Memorias de Wilhelm Müller. Cap. II La Táctica Müller.

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AlekS
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Memorias de Wilhelm Müller. Cap. II La Táctica Müller.

Mayo del 41. Tras casi un mes de permiso por reparaciones en el submarino, salgo de Sankt Antón para dirigirme a Lorient. Por este bonito pueblo de los Altos Alpes, en Austria pasa el Orient Express pero tomaré un tren regular que me llevará a Innsbruck y de allí, junto con Hans Wurdeman (uno de mis dos nuevos oficiales), un Junker de la Luftwaffe nos llevará a Lorient. La churry y los niños me despiden con los tipicos “no corras”, “ten cuidadin”. :oops:

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Ya en el tren, ensayo mentalmente mi nueva táctica para atacar convoyes (que describiré mas abajo), pues llegamos vivos de la ultima misión por los pelos* y no me apetece volverme otra vez calentito a casa. La bronca que me echó el GrossAdmiral fue de las gordas, y me dejo bien claro con un “¡¡¿¿ TE ENTERAS PINPIN ??!!” que acercarse a un convoy por la proa, en superficie y esperar que la escolta no me vea es un suicidio. ::sub: He aquí las instrucciones que se me dieron:

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”Atacar primero a la escolta.”

*Durante mi ultimo ataque a un convoy, a unas 200 millas al NO de Ferrol, fuimos cañoneados y atacados con cargas por un destructor. Una de ellas estalló justo en el costado de estribor, provocando una gran inundación y múltiples averías, además de una gran pérdida de combustible. ::glups

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La inundación nos hizo ganar profundidad con demasiada rapidez. :-|

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Como los motores eléctricos y las baterías quedaron fuera de servicio, tuvimos que soplar todos los lastres hasta agotar todo el aire para hacer subir al submarino, y tras unos agónicos minutos comenzó a responder muy lentamente.

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Al final pudimos renquear hasta Lorient con el combustible que nos quedó, pero estuve a punto de ordenar abandonar el buque, pues el submarino apenas podía mantenerse a flote y las labores de achique apenas conseguían sacar mas agua de la que entraba.

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Por poco tengo que acercarme a nado a por unas garrafas de diesel para llegar a puerto:

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Durante el largo viaje entre los hermosos valles de los Alpes Austriacos recuerdo nuestras últimas aventuras:

El buque artillado de 8000 Tn que hundimos al Oeste de Irlanda:

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Otros exitos:

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Hundimiento de un crucero antiaéreo clase Dido, cerca de Brest: ::yupi:

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La loca persecución de un convoy en el Atlántico Norte guiados por los radios de otros submarinos que duró varios días y en la que finalmente no pudimos actuar por la fuerte escolta que nos rechazó en dos ocasiones, la segunda ya muy cerca de la boca del lobo. :(

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Esbozo de la ruta del convoy, según los radios de los demás submarinos:

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Durante esta acción resultó hundido el U-556 :evil:

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Ataque frustrado:

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Los mastines dejan su rebaño para buscar al lobo:

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Un carguero “tocado” por otro submarino, probablemente el U-556:

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Tras este capítulo, y con el frente ruso recién abierto, se nos destina a las costas noruegas. Suponemos que este será nuestro nuevo teatro habitual de operaciones pues se deberán dedicar muchos recursos a luchar contra Rusia. Se nos insistió mucho en evitar cualquier roce con cualquier buque americano, para evitar un nuevo frente. ::no:

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Durante la travesía un Wellington nos sorprendió en superficie. Afortunadamente la bomba y las balas no provocaron daños y pudimos sumergirnos a tiempo:

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La derrota a Narvik:

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El misterioso Ártico, con un mar plateado y una extraña atmosfera, propia de otro planeta:

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Un nuevo peligro:

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Llegando a Narvik. Hace algo mas de un año nos escondíamos bajo estas aguas para espiar al enemigo.

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Por fin, después de tanto tiempo en el mar, pisamos tierra firme. Se nos ha concedido de permiso desde esta tarde hasta la siguiente madrugada. Disfrutamos de duchas, buena comida, una buena fiestuki en el burdel del puerto, buenas camas y buenas vistas.

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Mientras echo un cagarrete en el water del hotel contemplo la bocana del puerto:

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A la mañana siguiente, dando una vuelta por Narvik: 8)

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Leyendo el Marca por el puerto. Después de tomarnos unos churritos con chocolate tendremos que partir:

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De madrugada, en el eterno día de verano del Ártico, dejamos atrás el fiordo y nos dirigmos al mar de Barents.

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En el mar de Barents:

Navegando en las misteriosas aguas:

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Tras unos dias patrullando las gélidas aguas, localizamos e interceptamos una escuadra rusa, en rumbo SO. Probablemente se dirigía a dar escolta a la nueva ruta de convoyes Inglaterra – Rusia, o tal vez al Mediterráneo o al Mar Negro.

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Era un crucero ruso. Según nuestro cuaderno era un clase Kirov, de 8590 Tn. ::yupi:

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Según el cuaderno tiene un calado de 17,7m, asi que le mandamos dos torpeditos electricos lanzados individualmente y con espoleta magnética, para estallar debajo de su quilla, seguidos de lejos por dos torpedos tipo I de gas, dirigidos a empotrarse contra su costado de babor y rematarlo:

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Solo uno de los cuatro torpedos hizo blanco (uno de los eléctricos dirigidos bajo la quilla), pero fue suficiente para mandar al gran barco al abismo en pocos minutos.

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Tras este éxito, patrullamos la franja comprendida entre Noruega y la isla de Longyearby durante varias aburridas y gélidas semanas, sin mas acontecimientos que algunos icebergs y el hundimiento de un pequeño submarino ruso clase Shcuka, de 592 Tn y del que he perdido las fotos grrrrrr. ::juer:

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Varios días después se nos dio permiso para regresar a Lorient. Por fin salíamos de estas extrañas aguas, entre los destellos púrpuras de un atardecer que nunca termina.

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El hundimiento del Bismarck.

Sin duda lo que mas vivamente recordamos todos los miembros de la tripulación del U-379, fue el hundimiento del Bismarck, del que fuimos impotentes testigos. Tras escabullirnos de un convoy salimos a superficie y navegamos varias horas hacia el SO para despistar al enemigo, que seguramente, dada la proximidad a la costa francesa donde tuvo lugar el ataque, pensaría que nos dirigiríamos a alguno de sus puertos. Era la madrugada del 27 de Mayo. Acabábamos de salir a superficie después de un largo crucero en inmersión y recibimos este increíble mensaje:

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Sabíamos que el Bismarck surcaba los mares estos días, ya que recientemente recibimos la noticia del hundimiento del Hood en el Estrecho de Dinamarca, pero pensábamos que nuestro buque insignia era indestructible. Sea como fuere, nos dirigimos a la zona a revientamotores. La mar estaba muy agitada y nuestro submarino recibía tales golpes de mar que todo en el interior, cacerolas, prismáticos, volaba por los aires. Incluso varios armarios se rompieron y cayeron en medio de los pasillos. Pedí a la sala de maquinas forzar motores al máximo (por desgracia nuestro querido SH3 no te permite llegar a las 600 rpm). Varios hombres resultaron heridos, pero teníamos que llegar a la zona para ayudar a nuestros camaradas.

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Cuando llegamos a la zona, tras sumergirnos para escuchar por los hidrófonos, recibimos una debil señal proveniente del NO. Era un buque navegando tan rápido que apenas nos permitió alcanzar un área de disparo (si fuere enemigo). Por suerte pudimos acercarnos bastante, y cuando miré por el periscopio vi el inconfundible e imponente perfil de nuestro hermano mayor.

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Poco después el Bismarck dio un fuerte y repentino viraje a babor, probablemente por el contacto visual con el enemigo. Un rayo cayó justo en el horizonte, como queriendo anunciar una colosal batalla.

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Enseguida comenzó un brutal intercambio balístico contra un enemigo invisible para nosotros. Traté por todos los medios, desde superficie, acercarme más para tratar de entrar en rango de ataque, pero enseguida un diluvio de proyectiles cayó sobre y alrededor del acorazado, que pocos minutos después enmudeció, para poco después desaparecer del perfil del horizonte. :shock:

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Poco pudimos hacer salvo lanzar nuestros dos torpedos restantes sobre uno de los cruceros enemigos que desfiló después a gran velocidad ante nuestra línea de tiro. Era el HMS Suffolk. Uno de nuestros dos torpedos impactó en el crucero, causándole una gran escora sin mas consecuencias que tener que ser remolcado por su gemelo, el HMS Norfolk.

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:roll: Y mientras mi mente repasa estas hazañas, y mi mirada anda perdida en las bellas cumbres con nieve permanente, una voz me hace bajar a la Tierra…

”…CHIIIIIIICOOOOOOO TO LO DIAS IGUAL YA TE ME QUEDABAS DORMIÍCO Y TE LLEVO HASTA BILBAO COÑO … DESPIERTA QUE YA ESTAMOS EN INNSBRUCK HOSTIA, QUE LUEGO LA BRONCA´L TITO DOENITZ SE LA LLEVA EL MENDA HOSTI ¡!! “

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Era la voz de Jacinto, maquinista y vecino de Sank Antón. Tras despedirme de él con un “a seguir bien” agarro mis bártulos y me dirijo al coche de la Wehrmacht, que nos llevará a mi y a Wurdeman hasta el Junkers que nos llevará a Lorient.

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Y así, amigos, es como empieza la Patrulla 7. Tras la fotiko con la tripulación, en la que siempre vemos caras nuevas, sobre todo entre la marinería..

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.. el U-379 se hace a la mar ¡


Es la 01:12 del 28 de Agosto de 1941. Tras la salida del puerto..

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bajo a la sala de mando a trazar la ruta junto con mi oficial de navegación.

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Nuevamente el Atlántico Sur. Espero que esta vez la patrulla sea mas propia de esta zona. Será difícil combatir el calor en estas latitudes. Ya conocemos las rutas que toma aquí el enemigo, y como se las gasta. Nuestro cuadrante, el DT-56, una zona de denso tráfico de convoyes y barcos solitarios, tal como indica nuestra carta. “Tiene buena pinta” comento con mis oficiales mientras tomamos nuestra primera cena a bordo y comenzamos el proceso de adaptación al horario de un submarino (básicamente dormir de día, mientras se navega normalmente en inmersión, y vivir de noche).

El 30 de Agosto a las 17:50 el oficial de radio nos informa de un contacto. Es un convoy, muy cerca de nuestra posición, navegando despacio hacia el Norte. La hora es perfecta para acercarnos rápidamente. Tal vez podamos aprovechar la puesta de Sol para atacar desde poniente.

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La Táctica Müller.

Y aquí es donde voy a poner en práctica mi nueva táctica.

Recordemos que el alto mando ordena a que en los venideros ataques a convoyes, los submarinos deben atacar prioritariamente a la escolta, para que los subsiguientes submarinos con los que se cruce el convoy tengan el trabajo cada vez mas fácil. ::ah: Una buena manera de acabar con escolta de proa (siempre que no navegue en zigzag), es colocarse a su proa y justo en su línea de navegación, siempre que esta coincida con la precedente línea de cargueros. Así, si el torpedo no impacta al escolta, encontrará en su rumbo a toda una línea de cargueros, y si no se sale de esa línea es muy probable que encuentre un blanco. Además, haciendo los lanzamientos con el submarino justo en el mismo rumbo y sentido del convoy (con el tubo de popa, se entiende) el torpedo puede lanzarse directamente sin tener que ponerle coordenadas de rumbo, con los consecuentes errores de cálculo. (Después se me ocurrió que haciendo esta maniobra pero con el submarino marcha atrás, podría emplear la misma técnica utilizando todos los torpedos de proa :P ).

Veamos la técnica gráficamente:

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La táctica Müller requiere anticipación, para poder colocarnos a proa del convoy, y también un mínimo de visibilidad. Los movimientos han de ser muy precisos. ::jo:

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Hay que tener paciencia y navegar silenciosamente y no arriar mucho el periscopio. El factor sorpresa es fundamental ya que si el enemigo nos detecta comenzará a zigzaguear.

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¡Ya casi estoy en línea!

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Oops! En el último momento el destructor empieza a zigzaguear, pero ha sido por casualidad, no nos han detectado y el convoy sigue navegando bien derechito. A la 01:29 lanzo el torpedo de popa:

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¡No me dejes mal pececillo!

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Y para muestra de la efectividad de mi técnica, el torpedo impacta contra el primero de los mercantes … ¡¡¡ a la 01:37 ¡!!, ¡ 8 minutos después de su lanzamiento ¡! :o

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El afortunado, un mercante de cerca de 10.000 Tn se va a pique enseguida con la proa deshecha.

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Pero como todo en la vida, la Táctica Müller tiene una segunda parte. Tras el primer impacto/s, el enemigo no se quedará
quieto y hará todo lo posible por destruirnos. Por eso os voy a explicar la segunda parte de mi táctica.



La Táctica Müller. (segunda parte).

Bien. Recordemos que navegamos a unos 2 ó 3 nudos y un enorme convoy nos “persigue”. El enemigo nos está buscando y por ello, lo primero es descender rápida pero silenciosamente, de manera que cuando la escolta esté encima de nosotros estemos a tanta profundidad que no nos pueda detectar.

Como sabéis, SH3 no permite el control de los tanques de lastre de forma directa, pero como también sabéis, cuando ordenamos alarma (tecla C), nuestro oficial de control inunda un poco los tanques, al igual que cuando ordenamos emersión de emergencia los vacía. El problema es que esta orden implica poner motores a toda potencia.

La “gracia” está en pulsar la tecla C y seguidamente la 1 (avante despacio) o la Ñ (parar motores). Esto tenemos que hacerlo muchas veces seguidas para conseguir un buen llenado de tanques. Como nuestros motores se pondrán, aunque muy brevemente, a toda potencia, el truco está en hacerlo justo cuando se produzcan las primeras explosiones para aprovechar el ruido y la conmoción y el consecuente despiste de los escoltas (realmente se despistan).

Recordemos ahora que el convoy avanza hacia nosotros a unos 4 ó 5 nudos de componente total (ya restando lo que pierde en el zigzag), por lo que nuestro siguiente paso es navegar a gran profundidad y tan espacio como sea posible (aquí nuestro submarino difícilmente mantendrá la profundidad navegando despacio, ya que sus tanque están muy llenos, por lo que deberemos repetir el juego pero a la inversa (tecla E para soplar lastres e inmediatamente 1 o Ñ). Como veis se trata de jugar con estos comandos para dar con la flotabilidad que queremos en cada momento.

Como decía, navegamos seguros y despacio, y el convoy se acerca hacia nosotros. Nuestra misión ahora es escuchar atentamente con los hidrófonos y hacernos una idea mental de nuestra situación con respecto al convoy. Cuando el sonido abarque un arco de 180º a nuestra popa, significará que la primera fila está justo sobre nosotros, y cuando el sonido venga de todas partes significará que estamos justo en el centro … ¡¡momento de subir a periscopio!! Aquí debeis tener mucho cuidado con el tema de la flotabilidad. Os recomiento subir primer a 25m, estabilizar y desde ahí, despacio, a periscopio.

Explicación gráfica:

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Y aquí los resultados:

Situándonos con los hidrófonos.

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Acechando a la víctima desde los absimos.

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Primera víctima de la Táctica Müller.

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Un carguero hermoso al que voy a meter un torpedo con espoleta magnética graduado para explotar bajo su quilla.

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Otro buque igual, y por ser igual buque mismo final tendrá:

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Intento rematar a un pequeñín ya tocado, pero tendrá mas suerte
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Y tras esta aventurilla nos dirigimos al Thalia (Cádiz) para recalar y proseguir nuestra misión. Ya a salvo de los escoltas el crucero es muy cómodo y tranquilo. La tripulación está muy cansada ya que la Táctica Müller exige mucho de ellos.

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Muchos descansan en sus camastros: ::zz:

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Otros se preparan para el desayuno.

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Me relajo escuchando música:

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Últimas horas de una tranquila navegación en superficie durante la noche.

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Espero que os haya gustado mi relato camaradas. En el próximo capítulo os explicaré (si consigo ponerla en práctica) la Táctica Müller Fina (ataque simultaneo aprovechando las diferencias de calado de buques consecutivos).


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Por si alguien se hace un poco de lio trataré de explicar mi carrera:

Memorias de Wilhelm Müller. Cap.I Patrulla de despedida. Se relata la patrulla en sí, en Marzo de 1941, asi como anteriores patrullas desde el mismo 3 de Septiembre de 1939.

Memorias de Wilhelm Müller. Cap. II Táctica Müller. Se relata la patrulla en sí, que comienza en Mayo del mismo año, así como dos breves patrullas anteriores (la del Bismarck y la del Ártico).


::kaleun: Hasta la próxima camaradas!! ::kaleun:
ancla
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Re: Memorias de Wilhelm Müller. Cap. II La Táctica Müller.

Buena patrulla y muy bien documentada. ::kaleun:



Un saludo.
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AlekS
Oberbootsmannsmaat
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Re: Memorias de Wilhelm Müller. Cap. II La Táctica Müller.

Perdon, la patrulla empieza en Agosto del 41, no en Mayo. :oops: :oops: :oops: :oops: :oops: :oops:
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