stefan Zweig- en un febrero de 1942

[Kamikaze Joe]

Facil: Tomo Red Bull.







Perdon por la publicidad.

[Kamikaze Joe]

"La astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda" (Thomas Fuller)

kummetz1938 escribió:
kummetz1938 escribió:
kummetz1938 escribió:
kummetz1938 escribió:
kummetz1938 escribió:

¿Por qué no te cansas?

Este texto ha sido editado una vez.


¿Has leido esto?
http://www.24flotilla.com/foro/viewtopi ... 63&t=35970

[Leovigildo]

Esto...yo he venido a hablar de mi libro

[youtube]<object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/-1cTIUc7cJc&hl ... ram><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/-1cTIUc7cJc&hl=es_ES&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object>[/youtube]



Saludos.

[Kamikaze Joe]

Tienes razón Leo. Perdona.

Y en cuanto al tipo este que se suicido, lo unico que se me ocurre decir, es que el suicidio es el acto de valientes, que solo cometen los cobardes.
Y que, como me dijo una vez una persona: "Antes la muerte, que perder la vida."


Saludos.

[Leovigildo]

Kein Problem!. Dos no discuten si uno no quiere (creo que esto no lo dijo Séneca, así que no creo que esto genere polémica )

Un abrazo para todos.

[kurro]

Estoy absolutamente de acuerdo con el razonamiento de Mendas sobre el suicidio de Zweig.
Yo por mi parte pienso que el escritor hizo exactamente lo mismo,que aquel soldado que decía: "Pues ahora,para que se joda mi capitán,no como"

[corkran]

y lo contrario que Giovanni Guareschi el autor de Don Camilo, que estuvo en un campo de prisioneros de guerra al finalizar esta para Italia e hizo famosa la frase de "No me muero, aunque me maten" (non muoio neanche se mi ammazano)
genial y verdaderamente valiente.
por cierto que aprovecho este hilo para reivindicar a este inmenso autor un tanto olvidado injustamente. sus cuentos son verdaderamente deliciosos y divertidos pero tan humanos que a veces te hacen saltar las lagrimas (y os juro que no es nada facil)

[Leovigildo]

Zweig era un tipo que vivió en una época apasionante y su tragedia puede que derive de un concepto del honor anticuado que hoy nadie comprende.
Pienso que estaba muy influido por sus amplios conocimientos, en los que la historia antigua juega un papel destacado. Probablemente tenía un concepto del ser humano más allá de un ser bípedo que justifica su existencia sólo en buscar alimento, cobijo y moza de buen ver para que siga rodando el juego (y de paso, seguir haciendo ricos a los descendientes de los mismos). Creo que estaba convencido de que el hombre estaba hecho para hacer algo grandioso, ya fuera inventando, filosofando o descubriendo la forma de comunicar dos continentes en cuestión de segundos. La guerra estaba fuera de lo que él consideraba sublime, sin duda.

Nos es imposible comprender o justificar el acto de alguien que posee un concepto de vida ligado a la belleza o al honor, porque formamos parte de otro mundo, de igual forma que el miserable Pinkerton destruye sin darse cuenta a Madama Butterfly. Pues él, incapaz de comprender, no entiende que lo que para él sólo era un juego, un pasatiempo, para ella supone la vida en una sociedad donde hay unas reglas muy claras, o estás dentro o te toca irte voluntariamente fuera.

Y así, mientras su sirvienta comprende su acción (y la ayuda a atarse los pies), Pinkerton pone gesto de horror, tal vez el mismo gesto de horror que supone pasar de la ignorancia al conocimiento de los horrores del mundo:

[youtube]<object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/_fiILiwtOZI&hl ... ram><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/_fiILiwtOZI&hl=es_ES&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object>[/youtube]

Tal vez lo mismo que pasó por la mente de Cicerón al dejar de rehuír a la muerte que sabía que le iba a llegar tras establecer Antonio la misma. "Siempre supe que fui mortal". Para qué rehuir lo inevitable.
Aquel 7 de diciembre del año 43 contaba Cicerón con 64 años. Su matador, el centurión Herenio, lo degolló en la litera en la que sin demasiada convicción intentaba huir. Por mandato de Antonio le cortaron la cabeza y las manos, que fueron expuestas en los Rostra de Roma, en la misma tribuna desde donde Cicerón dirigía sus discursos al pueblo. Con aquello estimaban haber acabado para siempre con los pensamientos de su cabeza y con el atractivo de sus escritos. Se equivocaban. Pasados más de dos mil años, seguimos pensando sus pensamientos e instruyéndonos y deleitándonos con sus libros.

Pues eso, que Zweig, al igual que Cicerón, sigue dando de qué hablar. Y deseo que todos, alejados de normas y poses anticuadas y malsanas que no son ejemplo de nada, cumplamos muchos muchos años disfrutando del bien más precioso: LA VIDA. .

Saludos.

P.D: En cuanto al suicidio por honor o por cualquier otra causa, como tantas otras cosas, es posible que su origen se deba a una de tantas "tradiciones útiles" que en ciertas sociedades o momentos de la historia eran necesarias para cohesionar una estructura social dando normas de funcionamiento claro que maximizan el rendimiento del invento. Que pierdes una batalla: te toca suicidarte (siempre es más eficaz que si mandas a otros matarlo, es posible que el deshonrado se defienda y pierdas alguna vida adicional ); que te haces viejo, te toca escuchar la balada de Narayama (pues es una boca más que alimentar que no produce nada a cambio); que te quedas sin empleo o la mujer te deja, a suicidarse tocan (¡qué es eso de esperar que el Estado se gaste recursos en recuperarte como persona!)

[kummetz1938]

Cuando el honor o deshonor están por en medio........

El triste héroe de Mayerling

El Archiduque Rodolfo de Habsburgo


Tras el nacimiento de su hija Isabel y enterado de la noticia de que Estefanía no podría darle más hijos, Rodolfo decidió entregarse a una vida de placeres entretejida de conspiraciones. Mientras convertía en su amante a la bailarina húngara Mizzi Kaspar, Rodolfo entró en relaciones con los nacionalistas húngaros.

En mayo de 1888 apareció en escena un tercer factor. María Vetsera, una baronesa perteneciente a la nueva nobleza rural húngara, vio a Rodolfo en el hipódromo de Viena y decidió convertirse en su amante. A inicios del otoño del mismo año, María se puso en contacto epistolar con Rodolfo solicitándole de manera anónima una cita. Hasta finales de octubre, sus contactos no pasaron de paseos que, como mucho, concluyeron con algunos abrazos furtivos en los jardines del Prater. Rodolfo sabía que era seguido por la policía de su padre y no deseaba correr riesgos. Por lo que se refería a su esposa, se había enterado de aquellas citas pero consideraba que no pasaban de ser un capricho pasajero que desaparecería antes o después.

En paralelo, Rodolfo maduraba su proyecto político. En su opinión, la corona debía controlar un territorio que fuera del lago Constanza al Bósforo, absorbiendo Rumania y protegiendo a Serbia, Bosnia-Herzegovina y Albania. El broche de ese plan sería la firma de tratados militares con Grecia y Bulgaria. Semejante proyecto habría sido susceptible de crear una considerable tensión con Rusia y, por lo tanto, resultaba implanteable para el emperador Francisco José. Sin embargo, Rodolfo veía las cosas de manera muy diferente. Al igual que pensaría el kaiser alemán en 1913, Rodolfo creía que la guerra con Rusia iba a ser inevitable y que lo más prudente sería afrontarla a la cabeza de una gran federación controlada por Austria.

Para conseguir ese objetivo, Rodolfo pensó en la articulación de un imperio federal en el que las nacionalidades tuvieran una amplia autonomía. Semejante visión no tardó en despertar el interés de los nacionalistas húngaros que, precisamente, gozaban de una enorme autonomía —en realidad, incomparable— en el seno de un imperio que se denominaba precisamente austro-húngaro. Como sucedería décadas después con los nacionalistas catalanes, los húngaros no dejaban de quejarse de las limitaciones que pesaban sobre su lengua a la vez que tomaban todo tipo de medidas para impedir el uso de otras lenguas en el territorio de Hungría y apoyaban cualquier intento de debilitamiento del imperio que tan generosamente se comportaba con ellos.

En 1888, Rodolfo había llegado a un acuerdo con los nacionalistas húngaros para dar un golpe de estado que le llevara al poder aún a costa de desmembrar el imperio. Si el intento salía adelante, Rodolfo se convertiría en rey de Hungría y de las provincias orientales y Austria quedaría reducida a una potencia de segundo orden. Estuviera o no al corriente de los planes de su hijo, Francisco José decidió que Rodolfo debía cuidar su salud y en los primeros días de 1889 lo envió a pasar unas semanas en la isla de Lacrona, en el Adriático, con la intención de que se tranquilizara. El recurso fracasó. Rodolfo no sólo no se serenó sino que incluso regresó el 11 de enero a Viena con una doble intención, la de convertir a María Vetsera en su amante y la de llevar adelante el golpe contra su padre.

El 13 de enero, Rodolfo y María se convirtieron en amantes. El heredero al trono regaló a la baronesa un anillo en el que figuraban las siglas ILVBIDT, es decir, In Liebe Vereint Bis In Dem Tode…: Unidos por el amor hasta en la muerte. Aquel mismo día, tras entregarse por primera vez a Rodolfo, María fue al estudio de su fotógrafo y luego redactó su testamento. El 14, Rodolfo escribió al papa solicitándole que anulara su matrimonio con Estefanía. Mientras tanto esperaba que en Budapest estallara la rebelión que lo sentara en el trono. Ciertamente la tensión creció en Hungría hasta el punto de que Francisco José consideró la posibilidad de una intervención militar. Sin embargo, antes de que concluyera el mes todo estaba bajo control.

El 28 de enero, a las nueve de la mañana, Rodolfo compareció ante su padre. No se conoce el contenido de aquella entrevista a solas pero una hora después Rodolfo abandonó la estancia. Quince minutos más tarde, el general Margutti, ayudante de campo del emperador, encontró a Francisco José desplomado sobre la alfombra sin sentido. Para ese entonces, Rodolfo ya había decidido suicidarse y escribió algunas cartas despidiéndose. Finalmente, a primera hora de la tarde salió hacia Mayerling supuestamente con la intención de cazar. María Vetsera le acompañaba y quizá entonces fue puesta al corriente de los propósitos suicidas de un príncipe que se sabía deshonrado por la derrota de su golpe de estado. María dejaría escrito en un cenicero de ónice unas palabras en tinta violeta: “El revólver es mejor que el veneno, más seguro”.

Por su parte, Rodolfo redactó dos cartas. En la primera, dirigida a su criado Loschek, pidió que se le enterrara al lado de María en el cementerio de un monasterio; en la segunda, para Szügenyi, un amigo húngaro, exponía los motivos que le impulsaban a quitarse la vida y que, sustancialmente, se reducían a que no tenía otra salida.

A las seis y media, Rodolfo disparó casi a quemarropa sobre la sien izquierda de María Vetsera. Luego la tapó con un cobertor y se dirigió al cuarto de su criado para decirle que le despertara a las siete y media y le llevara el desayuno. Loschek le oyó regresar a su cuarto con paso lento y tarareando. Media hora más tarde, Rodolfo apuró un vaso de coñac y colocó un espejo sobre su mesilla de noche. Posiblemente deseaba verse para evitar que el tiro errara. Luego se acercó el revólver a la sien y disparó.

La noticia llegó de manera casi inmediata a Viena. La versión oficial sería que Rodolfo se había suicidado en un momento de enajenación y, por supuesto, ni se citó la muerte de la Vetsera. Como es fácil comprender, en ningún momento debía hacerse mención a los motivos reales que podían servir para sublevar aún más los caldeados ánimos de los nacionalistas húngaros. La verdad, sin embargo, iba a ser difícil de ocultar. Mayerling no había sido una locura sino el acto premeditado de un príncipe que no podía aceptar la idea de vivir con el deshonor derivado de haber fracasado en la conspiración contra su padre. En esa decisión le acompañaría una mujer a la que conocía desde hacía tan sólo unos meses pero que había decidido acompañarle en el último viaje.

Fuente: Los encuadramientos del sol, la luna y los ángulos (de Alexandre Volguine)
y Wikipedia

[jaumem]

Que buen rollo hay en este foro

[Novich39]

Y que lo digas.

[Leovigildo]

Que buen rollo hay en este foro

Es alegre el tema, ¿verdad? Dan ganas de irse de fiesta

[kummetz1938]

Que buen rollo hay en este foro

Es alegre el tema, ¿verdad? Dan ganas de irse de fiesta

¡Toquemos madera!

[kummetz1938]

Hemos leído, que para unos un suicidio es un acto de cobardía, ya sea ésta doloroso o indoloro ; otros lo ven, según las circunstancias como un acto sublime.
Por defecto, todos los cuerpos del ejercito japonés en la campaña del Pacífico, con su código de honor,Bushido, deberían ser unos "cobardes", lo cual sería una estupidez.¿Es que vemos el suicidio de una persona o dos como cobardía y el de un colectivo, como: un acto heróico?

El 8 de marzo del 2003, con mis maletas desgastadas, de turista que se las da de viajero, cuando no tiene ni idea de lo que diferencia una cosa y la otra´, según la versión de uno de nuestros contertulios, me encontraba en la Isla de Saipan/Islas Marianas. Era mi 5º vuelta al mundo y no precisamente para hacerme una foto con un nativo de Las Marianas. a titulo de información dicho viaje me salió por la friolera de casi 8 mil €...¡En fín, turismo barato! Gastarse ese dinero lleva muchos sacrificios, si uno no está acomodado, y sólo es posible haciendo todo el año una vida de ermitaño. Lo digo sólo para clarificar ciertas cosas.
Cuando toda la resistencia japonesa fue inútil, el resto que quedaba en la isla de militares y centenares de civiles, optaron por la muerte voluntaria o suicidio, despeñándose por un peñasco accidentado, conocido hoy como el "Suicide Cliff". Todo ello ante los ojos horrorizados de los oficiales americanos que con los altavoces les pedían que desecharan de tal idea y de que no les sucedería nada.Todo ello fue en vano.
Sabemos que el rendirse suponía para ellos la deshonra. De hecho más de un superviviente japonés, al regresar a su casa, fue considerado como un cobarde, paradójicamente por haber sobrevivido. ¡Cómo podemos ver todo son puntos de vista e interpretaciones para todos los gustos! Cada retirada alemana de un frente o rendición era considerada por Hitler como un acto de cobardía o traición. Realmente habría necesitado muchas rocas Tarpeyas para castigar a los traidores. Okinawa, Tarawa y otros muchos frentes del Pacífico nos dan una idea de los inútiles suicidios colectivos de los japoneses, que si es cierto ocasionaron muchas bajas a los aliados no pudieron evitar la inutilidad de dichos sacrificios y y la derrota final.
...el mencionado "Suicide Cliff".

[Leovigildo]

Cuando el honor o deshonor están por en medio........
El triste héroe de Mayerling
El Archiduque Rodolfo de Habsburgo

Gracias Kummetz por la aportación, muy buena y bien expuesta.

La verdad, sin embargo, iba a ser difícil de ocultar. Mayerling no había sido una locura sino el acto premeditado de un príncipe que no podía aceptar la idea de vivir con el deshonor derivado de haber fracasado en la conspiración contra su padre. En esa decisión le acompañaría una mujer a la que conocía desde hacía tan sólo unos meses pero que había decidido acompañarle en el último viaje.

Pero no estoy de acuerdo con esa conclusión. No creo que actuara motivado por una alta idea del honor en la que se sentía desgraciado por haber fracasado en su empresa. ¡ Si estamos hablando de un simple traidor a su patria y a su padre!. En este caso me da la impresión de que el suicidio por honor era la salida más digna que como alto personaje tenía de evitar un suicidio asistido en forma de accidente de caza o algo similar (había mucho anarquista suelto al que echarle el muerto, ja ja) . Porque lo que está claro es que al hijo del emperador no le iban a juzgar por alta traición. Digamos que simplemente el padre le comunicó en esa audiencia del 28 de enero que estaba perdido, por mano propia o ajena, y que le sugirió la forma más airosa que tenía de salir del apuro, lavando con ello el honor imperial (o sea, salvando las posaderas del padre). Dudo también que pudiera el débil emperador salvar a su hijo aunque quisiera, las altas razones de estado lo impedirían en cualquier caso.

Y en cuanto a la muerte de la amante, seguro que su muerte no fue voluntaria (la venganza de la esposa y la moral tradicional, que tenía que salir triunfante). Todo forma parte de un montaje para hacer pasar por un acto de locura o pasión romántica lo que en el fondo no es más que un simple golpe de estado fracasado. ¿O es que nos imaginamos a la amante del archiduque yendo al entierro y dando las condolencias a la esposa, para luego irse por la tarde a Sacher o Demel a tomarse un té con una porción de tarta y lanzar miradas seductoras a un importante general ?.

Por cierto, será que por deformación profesional siempre intento analizar con números las cosas, y me dio anoche por hacer un análisis que partió de buscar el número de usuarios que hay en internet según el idioma que uses.



Luego, buscando en google:

Inglés – 49.800.000 páginas con el término suicide
Chino - 105.000 páginas con el término 短见 duǎn jiàn
Español- 4.100.000 páginas con el término suicidio
Japonés - 14.200.000 páginas con el término 自殺 (jisatsu)
Francés - 3.530.000 páginas con el término suicide
Alemán- 1.550.000 páginas con el término Selbstmord

Si aceptamos (discutible) que cada página es producto de una sola persona, podemos estimar el interés que despierta el tema comparándolo con el número de usuarios de cada idioma. Así, resulta que:

Inglés- el 10,4 % de los usuarios
Chino – el 0,03 % de los usuarios
Español- el 3 % de los usuarios
Japonés- el 14,8 % de los usuarios
Francés – el 4,5 % de los usuarios
Alemán – el 2,4 % de los usuarios

Conclusión: los japoneses parecen confirmar las estadísticas de suicidios y la imagen que tenemos de ellos, los anglosajones tampoco andan lejos (aunque seguramente lo distorsione el hecho de que muchos escandinavos dominen el inglés ), los alemanes están muy ocupados para pensar en algo que no es práctico…y que hay mucha censura en China o que no tengo ni idea de buscar el término en mandarín

¡Viva la vida!

Saludos