¡Campeones!
Y es que no fue una final cualquiera. Y perdón por la concesión literaria, pero así lo viví:
En un altiplano barrido por el viento. En un terreno austral donde los ancestros boers locales estaban a favor de sólo uno de los adversarios, sonaron las trompetas y se alzaron las banderas. El tamborileo de combate enardeció a ambos contendientes.
Por un lado las Provincias Unidas, eufóricas tras su campaña de corso por las costas de Brasil y el río de la Plata, disponían de las arcas llenas para pagar a mercenarios y, con dádivas espléndidas, ganarse el favor de las cortes de Europa, pretendiendo hacer valer unos derechos históricos dos veces previas insatisfechos. También contaba con el favor de Inglaterra, que había mandado una pequeña tropa expedicionaria, supuestamente neutral, para garantizar el respeto a sus intereses.
Por otro lado, el desgastado Reino de España,como siempre inmerso en disputas en mil frentes, pero aún temido. Capaz de lo mejor y lo peor. Tan lleno de orgullo como de insensatez, tan sobrado de fuerza que a sí mismo se enfrenta.
Partieron los mensajeros llevando las últimas órdenes a las tropas de avanzadilla. Dispuso el general del Bosque a su ejército en orden de ataque. Una primera carga de caballería española se lanzó contra los parapetos de los rebeldes. Alzaronse las picas, aullaron las gargantas.
Los rebeldes despreciaron desde el principio las reglas del enfrentamiento caballeroso. Porque conscientes de su inferioridad en el combate de igual a igual, se refugiaron en las malas artes de la guerra primitiva. Esa que inyecta la sangre en los ojos cargándolos de odio e irracionalidad. A mordiscos, si es preciso. ¡Partiremos el pecho a los españoles!
Se estrellaron las sucesivas cargas que por los flancos lanzó España, sorprendidas ante el ataque por bajo con guadañas que los rebeldes habían organizado en una defensa en profundidad. Nadie esperaba el uso de esa terrible arma diseñada para segar hierba y no piernas.
De repente apareció la duda. La duda, esa vieja enemiga del espíritu humano. La duda, esa serpiente que se enrosca en el pecho y paraliza la voluntad. ¡Traición!: el inglés no era neutral, consentía los excesos holandeses y además suministraba tropas de refuerzo y municiones al enemigo, que se iba creciendo cada vez más con gritos desafiantes:
Hup Holland hup
Laat de leeuw niet in z'n hempie staan
Hup Holland hup
Trek het beestje geen pantoffels aan
Hup Holland hup
Laat je uit 't veld niet slaan
Want de leeuw op voetbalschoenen
Durft de hele wereld aan
Los herejes, viendo el agotamiento de los españoles, comprendieron que su momento había llegado.
Desangrándose los tercios en una maraña de picas y trincheras, guiados por un empuje tras valiente como estéril, lanzaron los rebeldes algunos ataques por sorpresa con sus tropas de élite hacia el desguarnecido campamento español, que se había quedado sin apenas vigilancia.
El desastre estuvo cerca de suceder. Eterna gloria al cuerpo de guardia del alfoz de Madrid, que se mantuvo firme ante la salvaje acometida de la caballería holandesa.
Ya se regodeaban los enemigos de España. Ya afilaban el cuchillo dispuestos al saqueo del campamento español tras la derrota. Ya estaba todo listo para volver a mostrar la sibilina sonrisa producto de envidias y mezquindades.
El Gran Principe Bert van Marwijk , jefe del ejército holandés, en vista de la precaria situación de su enemigo, decidió proponerles una rendición honrosa. Aunque el orgullo, ni alimenta ni da calor, los españoles siempre hemos estado sobrados de él, por lo que la respuesta fue clara y contundente:
" Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos"
Más de uno recordó en las filas hispanas con esa respuesta el milagro de Empel de 1585.
Ahí llegó llegó el momento de los suboficiales. De los elementos cohesionadores que ganan batallas arrastrando a la soldadesca, inflamándola de ese ardor guerrero que decide las batallas cuando la diosa fortuna se decanta por el valiente que sabe que dos veces no pasa.
Guiados por el coraje, el tercio viejo siguió su camino avanzando hacia la posición de los rebeldes.
Lentamente, con su redoble de tambor, monótono, insistente, avanzando paso a paso entre mil picas, sables, fuego de mosquetería a traición, los sargentos enardecieron con sus gritos a sus compañías.
- "¡¡¡¡Aur, aur!!!!... Desperta ferro!!!!!"
- "¡Santiago, cierra!"
- " ¡Por San Jordi!"
- "¡A ellos, España!"
Hasta el aterrorizador grito de guerra del Irrintzi resonó en las filas de arcabuceros. "¡yoyoyoyoyoyoyoyoyoyoyoyoyoy!"
¡Vamos, vamos!. ¡Ahora o nunca!, ¡España!, ¡España!, ¡cerrad filas!, ¡unidos!
Y así, cuando todo parecía dispuesto para un armisticio, para un tratado que se decidiría jugando al azar en ese ballet diplomático del equilibrio de las potencias (Holanda confiaba en ello desde el principio), llegó el pequeño gran capitán de La Mancha, que así le llamaban sus hombres. Se infiltró a fuerza de estocadas, a empujones de convicción y de justicia y llegó a la puerta de la sitiada Breda, que abrió de par en par, entrando con él su compañía y con ellos, España entera, ¡Gol!, gritó alguien, y esa palabra quedó inventada para describir tanta felicidad....
La situación hasta hacía un instante era desesperada para los españoles. Se sintieron próximos a la victoria los rebeldes, que habían estudiado bien la táctica destructora a seguir. No comprendían qué había sucedido. Por todo ello el Gran Principe Bert van Marwijk se dejó caer en su sillón de campaña y desesperado, habló como si no hubieran pasado cuatro siglos:
" Tal parece que Dios es español al obrar, para mí, tan grande milagro"
Y yo no sé si fue un milagro o no lo fué y no sé si es posible entrar entre un bosque de picas, espadas, hachas y guadañas, pero lo que si sé, es que verse en una tierra hostil, rodeado de enemigos, a miles de kilómetros de tu casa, sin un lugar donde retroceder y donde sólo queda ... vencer o morir, esto puede convertirse en un aliciente de tal fuerza, que en numerosas ocasiones, ha ganado batalles que parecían perdidas.
Menos mal que sólo es un juego....
Saludos.
La nueva rendición de Breda. España- Holanda.
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La nueva rendición de Breda. España- Holanda.
"La victoria es de los audaces"
Re: La nueva rendición de Breda. España- Holanda.
Magistral, epico y poetico.
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- Leutnant zur See
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Re: La nueva rendición de Breda. España- Holanda.
Extracto de un diario uruguayo tras la victoria de España frente Uruguay (3-1) en el amistoso del 6 de febrero de 2013:
Que tienen magia, se sabe de sobra. Que a la hora de tocar hoy dejan bien chiquitos a los históricos reyes del tuya y mía (léase brasileños), es superreconocido. Que te van enloqueciendo con sus cambios de frente, con su seguridad para meter pases cortos y largos pese a la presión que les puedan meter para intentar ahogarlos, es ultra famoso. De la A a la Z, se sabe todo. No hay nadie en el mundo del fútbol que no entienda lo que da ese equipo de fantásticos jugadores españoles.
Ni existe una sola persona que no reconozca que, ante tanta calidad, lo peor que puede pasar es que se cometan distracciones, se regalen pelotas en las cercanías del área o se duerman dentro de ella.
Pero pasó. Uruguay, que estaba bien plantado en la cancha, que metía algún que otro estiletazo al área española gracias a la claridad de Nicolás Lodeiro a la hora de manejar la pelota, se entregó de pies y manos a la efectividad de la Roja.
http://www.ovaciondigital.com.uy/130207 ... s-regalos/
Los tercios aún son temidos. Ay si hablaran así de bien de nosotros en todos los frentes
Saludos.
Que tienen magia, se sabe de sobra. Que a la hora de tocar hoy dejan bien chiquitos a los históricos reyes del tuya y mía (léase brasileños), es superreconocido. Que te van enloqueciendo con sus cambios de frente, con su seguridad para meter pases cortos y largos pese a la presión que les puedan meter para intentar ahogarlos, es ultra famoso. De la A a la Z, se sabe todo. No hay nadie en el mundo del fútbol que no entienda lo que da ese equipo de fantásticos jugadores españoles.
Ni existe una sola persona que no reconozca que, ante tanta calidad, lo peor que puede pasar es que se cometan distracciones, se regalen pelotas en las cercanías del área o se duerman dentro de ella.
Pero pasó. Uruguay, que estaba bien plantado en la cancha, que metía algún que otro estiletazo al área española gracias a la claridad de Nicolás Lodeiro a la hora de manejar la pelota, se entregó de pies y manos a la efectividad de la Roja.
http://www.ovaciondigital.com.uy/130207 ... s-regalos/
Los tercios aún son temidos. Ay si hablaran así de bien de nosotros en todos los frentes
Saludos.
"La victoria es de los audaces"
Re: La nueva rendición de Breda. España- Holanda.
¿Y mi Racing de Santander, qué; no hay 1/3 ó 1/5 por ahí?
Ya veras cuando el Emilio, se interese por n/. y no invierta "tanto" en la F1. ¡Ni de coña !
Bien por los Tercios. ¡No sabes tú ná!
Abrazotes Dn Julián
Ya veras cuando el Emilio, se interese por n/. y no invierta "tanto" en la F1. ¡Ni de coña !
Bien por los Tercios. ¡No sabes tú ná!
Abrazotes Dn Julián
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Re: La nueva rendición de Breda. España- Holanda.
Perooo joiooo .... ya podias haber puesto el cuadro de las lanzas por ejemplo y no la escenografia de Rocroi .... asinsss
PSD: aunque no se donde pusimos más huev....s
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FdU/U-bootwaffe
Soldbuch: http://www.24flotilla.com/oficinas/odg/ ... ealowe.jpg
NUESTRO HONOR, ES LA LEALTAD ¡¡¡ GLORIA A LA 24ª !!!
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